martes, 2 de abril de 2013

Museos de Manhattan, "That´s Entertainment!"






La palabra entertainment va más allá de lo que parece decir en castellano (entretenimiento).Es más, es la diversión,  es el espectáculo, la performance y por sobre todo…la producción.
Entertainment es el compromiso con una situación de gran interés y diversión. Hubo una película así llamada, “That´s Entertainment” que refería a todos los números musicales de Broadway y de Hollywood que hicieron historia. También la tragedia, es un gran “entertainment” sobre todo si la puesta en escena es colosal, como cuando vimos Aída, en el Metropolitan Opera House.
Bien, de acuerdo con que la ópera es entertainment,  también lo son las artes plásticas,  sobretodo cuando las disfrutamos en una gran producción, pasan a ser un gran show, dadas las características de producción de la gran manzana, sin perder sus cualidades artísticas.

El METROPOLITAN MUSEUM OF ART, como entertainment
 Aparte del grado de interés que cada uno tenga por diferentes áreas de las artes plásticas y de la producción histórica, el Met a menudo nos seduce con alguna puesta extraordinaria, según las temporadas.

En el verano de 2012, tuvo lugar SCHIAPARELLI AND PRADA, IMPOSSIBLE CONVERSATIONS. 


Una muestra que explora la increíble afinidad entre Elsa Schiaparelli y Muccia Prada dos reconocidas 
diseñadoras italianas de diferentes épocas

.
Las vitrinas muestran alrededor de cien  diseños y cuarenta accesorios de Schiaparelli (1890-1973) que van desde los años veinte a los cincuenta,  y de Prada, desde finales de los ochenta hasta nuestros días.
En esta oportunidad, los salones de la muestra estaban precedidos por videos, 

ocho en total con  conversaciones simuladas entre  Muccia Prada y Elsa Schiaparelli, representada por la actriz Judy Davis. 


Schiap y Prada se sientan frente a una mesa y dialogan en base a extractos de la biografía de Schiaparrlli y de comentarios registrados de Prada. Los visitantes tuvimos la mágica impresión de ser partícipes de una reunión fantástica entre dos genios de la moda. Schiaparelli, en su momento estuvo relacionada con el movimiento Surrealista y Prada, licenciada en Ciencias Polìticas comenzó con el negocio familiar en 1978 y reflejó en sus diseños la naturaleza eclética del postmodernismo.
para Prada, las faldas son protagonistas

los diseños de estas creadoras incidieron en la imagen del cuerpo femenino.


Esta muestra, sabiamente curada muestra como  los diseños conversan entre sí,  cómo Prada pone énfasis en las faldas y los zapatos, como mensajes de movimiento en el mundo, mientras que Schiap, acentúa los escotes de las damas que se sentaban a la mesa de reuniones sociales. Toda una exploración de los significados acerca del género femenino y de las implicancias de ser chic en el siglo XX y XX. Los videos se  pueden encontrar  en http://www.metmuseum.org/exhibitions/listings/2012/impossible-conversations/audio-and-video

El show no termina ahí, ya que en esa misma visita, nos dirigimos a la terraza del Met, (roof)  para encontrarnos con





Tomás Saraceno es Argentino, Tucumano y creó para esta muestra una constelación de módulos enormes e interconectados, construídos con materiales espejados y transparentes cual espacios habitables, todos agrupados en una configuración no linear.

descalzos y sin bolsos para subir


el parque visto desde la terraza

juego de espejos y transparencias
El grado de participación de los visitantes era muy amplio,  se podía acceder al interior de la estructura, subir y desplazarse por entre los módulos, encontrarse y perderse. La muestra ofrecía  posibilidades exploratorias para un artefacto propio de un parque de diversiones, como la casa en el árbol, la casa encantada, o los laberintos de espejos…pero lejos del parque de diversiones y cerca de la diversión,  en el marco imponente del Met, bajo el cielo de julio y el verde del Central Park.

No olvidemos que el concepto de la obra tiene mucho más para ofrecer, la preparación del artista y su entrega nos pone en contacto con el conocimiento y los despliegues sensibles e intelectuales que la obra posibilita, en sí misma y en nosotros al convertirnos en parte de ella o partícipes  del conocimiento de la época.

La visita al Met nos ha transformado, como sólo los buenos libros o las buenas películas pueden hacerlo. Estas muestras nos dejan el sabor de las experiencias vitales. Los museos ofrecen este tipo de experiencias todo el tiempo. Sólo hay que ir a buscarlas, con curiosidad y espíritu aventurero. 

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